Hasta ahora hemos dado pinceladas teóricas de lo que podrían ser algunos ingredientes a añadir a nuestro estilo de vida para sentirnos mejor, más vigorosos, flexibles, jóvenes. Pero, parafraseando a un conocido powerlifter español, bien están las teorías y los estudios pero al final hay que levantar la barra… es decir, la teoría sólo es útil en la medida en que es aplicable en la vida real.
Por eso os dejamos aquí el ejemplo de lo que ha sido nuestra última semana real de entrenamiento/nutrición, algo factible, realizado por una persona entrenada que ronda los 40 años pero que no es un atleta de élite, es decir, algo que cualquiera con un periodo de adaptación previo, constancia, ilusión y fuerza de voluntad puede realizar en la medida de sus posibilidades (según edad, sexo, estado de forma, predisposición genética…).
Ya apuntamos que para tener un cuerpo bonito y funcional era preferible no especializarse en exceso en un único aspecto del fitness sino en todos a la vez para conseguir un fitness global. Un programa que atienda a esta premisa debe incluir fuerza, intervalos de alta intensidad, entrenamiento cardiovascular, flexibilidad, potencia, equilibrio y coordinación. Hay múltiples formas de aplicar esto, ésta es, por tanto, sólo una posibilidad entre cientos. Leer más…