Hemos hablado ya en varias ocasiones de cómo los intereses económicos conjugados de industrias como la alimentaría y la farmacéutica suelen ir en contra de nuestra salud. De cómo la “comida” industrial o procesada está especialmente diseñada para tentar a nuestro paladar y cerebro y saltarse las señales de saciedad que éste último emite cuando ingerimos comida de verdad (fruta, verdura, pescado, huevos…). Así comemos más pero de alimentos pobres en nutrientes a la vez que muy calóricos. Y con el tiempo estaremos obesos y enfermos sin saber a quién culpar.
Que los buenos alimentos sean tu medicina
En realidad el problema no es tan sencillo y hay muchos factores implicados en la obesidad. Pero uno de los principales es sin duda una nutrición deficiente y una idea equivocada de lo que es una alimentación sana. Así podemos ver a médicos aconsejando desayunar galletas maría a sus pacientes. Como si ese mejunje de grasa de palma, azúcar y harinas refinadas fuera inofensivo o incluso saludable.
El azúcar, el sabor dulce, es una de las principales fuentes de placer que agradan a nuestro cerebro. Es algo que la industria sabe perfectamente, que aprovecha en su beneficio y, colateralmente, en perjuicio de nuestra salud. A todo se añade azúcar en cantidades cada vez mayores porque es adictivo, y un adicto es, a la postre, un consumidor habitual.
Nuestra alimentación debe basarse en alimentos frescos que no se suelen promocionar en las campañas de salud porque su producción no es rentable para las grandes marcas. Los tomates, las sardinas o los huevos no tienen marca y si la tienen no es una gran multinacional. Pero también es comprensible que después de una comida sana nos apetezca postre y aunque lo ideal es que sea fruta entera (no zumos ni jugos) podemos incluir algún postre casero de forma ocasional.
Nocilla/Nutella industrial
¿Es la Nocilla leche, cacao, avellanas y azúcar como reza su eslogan? Sí, pero no en ese orden. Y en este caso el orden de los factores sí altera el producto. La ley no obliga a que en una canción publicitaria el orden en que se nombran los ingredientes refleje su cantidad relativa en el producto final. Pero en la etiqueta sí. Y el orden real de los ingredientes de la Nocilla es éste: Azúcar (¡¡60%!!), aceite de palma, un 6% de leche desnatada en polvo y sólo un ¡4%! de cacao y un ¡3%! de avellanas. Hay que saber leer las etiquetas. La Nocilla es en realidad azúcar a montones con algún resquicio de leche en polvo, cacao y avellana. Y es lo que damos de merendar a nuestros hijos pensando que es fuente de energía y salud porque el marketing la asocia a deporte e ingredientes naturales. Pero el marketing suele estar reñido con la realidad, por mucho Axe que uses las mujeres no te querrán más.
Pare que veáis que esto no es una cruzada contra una marca en concreto, observemos que la Nutella no sale mejor parada. Contiene los mismos porcentajes exagerados de azúcar y manteca de palma, pero sí diremos en su favor que las cantidades de avellanas (13%) y cacao (7%) son algo mayores.
Nocilla espartana
¿Nos encanta la Nocilla/Nutella para desayunar o para la merienda de nuestros peques?, ¿hemos renunciado resignadamente a ellas porque preferimos vivir más años o al menos vivirlos con más calidad de vida? Se acabó el dilema. Hay una nocilla deliciosa que sí puedes comer sin sentirte culpable. Nocilla espartana. Facilísima y rápida de preparar.
Ingredientes
- Cacao puro en polvo (sin azúcar, obviamente)
- Avellanas
- Xilitol
- Leche entera
- Aceite de coco virgen
Preparación
- En 100 ml de leche entera (los lácteos desnatados son un peor alimento como veremos en detalle en nuestro próximo artículo) añadimos unas 20 avellanas y las trituramos totalmente con la batidora.
- Metemos una cucharada pequeña de aceite de coco en el microondas (recuerda no meter la cuchara metálica a no ser que quieras cambiar de microondas), lo que solo será necesario si por el frío el aceite ha solidificado. Agregamos el aceite de coco a la leche con avellanas.
- Añadimos cuatro cucharadas pequeñas de xilitol (o dos de miel) y mezclamos con la batidora.
- Pesamos 60 gr. de cacao puro y lo añadimos a la mezcla anterior. Paciencia al diluirlo ya que al principio da la impresión de quedar demasiado espeso pero al final adquiere una textura y densidad muy similares a las de la Nocilla industrial.
Prioriza comida real, cocinando a partir de alimentos frescos pero si te quieres dar un capricho prepáralo tú mismo y evita así que las grandes marcas perjudiquen nuestra salud y la de nuestros hijos.